martes, 30 de abril de 2013

Alumnos de 3ro C.La Antártida registra el mayor deshielo estacional en mil años.


Un estudio determina que a mediados del siglo pasado este fenómeno sufrió un importante aumento.

El deshielo veraniego en la Península Antártica ha alcanzado el nivel más alto del último milenio, alertó la Universidad Australiana en un estudio divulgado hoy. Esta es una de las conclusiones de la investigación que ha realizado el centro universitario con la ayuda del Sondeo Antártico Británico para entender las causas de los cambios ambientales en la Antártida y calcular el impacto del deshielo en el aumento del nivel del mar.
El estudio indica que el deshielo aumentó durante la segunda mitad del siglo XX en esta península helada, situada en el punto más septentrional de la Antártida Occidental.
Un equipo de científicos de las dos instituciones perforó un núcleo de hielo de 364 metros en la isla de James Ross, al norte de la Península Antártica, para medir de esta forma la temperatura en los últimos mil años.
La jefa del proyecto y científica del centro de investigación de la Universidad, Nerilie Abram, explicó que las condiciones climáticas más frías se dieron hace 600 años y que en la actualidad se derrite hasta diez veces más cantidad de hielo en la región en la que se ha hecho el examen. "En aquella época, las temperaturas eran de unos 1,6 grados centígrados menos que las registradas en el siglo XX y la cantidad anual de nieve que se derritió y se volvió a congelar fue del 0,5%. Hoy vemos que se derrite hasta diez veces más de nieve de la que cae anualmente", apuntó Abram en un comunicado.
"Las temperaturas en el lugar han aumentado gradualmente en diversas fases durante muchos cientos de años, pero la mayor parte de la intensificación del deshielo ha ocurrido a partir de mediados del siglo XX", agregó la investigadora.
La Antártida es la parte que más rápido se ha calentado en el Hemisferio Sur
Según este estudio, la Península Antártica se ha calentado hasta un nivel en el que un pequeño aumento de la temperatura puede desencadenar una notable alza de la descongelación del hielo durante el verano austral. "Esto tiene implicaciones importantes para la estabilidad del hielo y los niveles del mar en medio del calentamiento climático", aseveró la científica.
El equipo de científicos se centró en la Península Antártica porque es la región que en el último medio siglo se ha calentado más rápidamente que cualquier otra en el hemisferio Sur. Para efectuar las mediciones, el equipo examinó las diferentes capas de hielo durante el periodo de deshielo y el de congelación. Así, los científicos pudieron examinar la historia de la congelación en el área por medio de comparaciones entre las capas y los cambios de temperatura en el núcleo de hielo durante los últimos mil años.
Robert Mulvaney, uno de los expertos que formó parte del equipo, señaló que los registros de la intensificación del deshielo en la Península Antártica, conocida en Argentina como Tierra de San Martín y en Chile por Tierra de O'Higgins, son particularmente importantes en momentos en que la pérdida de glaciares y la capa de hielo antártico es visible en el área.
El científico británico resaltó que se cree que el deshielo ocurrido durante la estación veraniega ha "debilitado las capas de hielo en la Península Antártica y ha generado una sucesión de derrumbes dramáticos y acelerado la pérdida de glaciares en los últimos cincuenta años".
Los científicos creen que, parcialmente, el deshielo en la Península Antártica está relacionado con el cambio climático provocado por la acción humana y el aumento en la fuerza de los vientos occidentales. Sin embargo, advierten de que este impacto no puede extrapolarse a toda la región occidental de la Antártida, en la que el deshielo y la pérdida de los glaciares son procesos complejos y desconoce si son causados por el cambio climático.

LA VEGETACIÓN SE DESPLAZA HACIA EL NORTE POR EL CALENTAMIENTO GLOBAL

 

Las plantas se han extendido entre 400 y 700 kilómetros en los últimos 30 años en las regiones boreales

          

Mapa de incremento de vegetación (verde y azul), de reducción (naranja y rojo) y sin cambios (amarillo) en los últimos 30 años en el Ártico y las regiones boreales. / NASA GODDARD SPACE FLIGHT CENTER VISUALIZATION STUDIO
La vegetación de extensos territorios boreales y del Ártico se ha extendido en los últimos 30 años hacia el Norte, entre 400 y 700 kilómetros (entre cuatro y seis grados) más al Sur. Es el efecto del cambio climático: las temperaturas de la superficie terrestre suben, la estación de crecimiento de las plantas es más larga y la vegetación se extiende hacia terrenos en los que antes no podía proliferar. Un equipo internacional ha hecho el seguimiento de este proceso desde 1982 hasta 2011, con la ayuda de datos tomados desde satélite, y muestra cómo las plantas han conquistado con un crecimiento vigoroso extensos terrenos, más de nueve millones de kilómetros cuadrados (aproximadamente la extensión de Estados Unidos).
“Las latitudes altas del Norte están siendo más templadas, el hielo del océano Ártico y la duración de la cubierta de nieve está disminuyendo, la estación de crecimiento de las plantas está alargándose”, resume Ranga Myneni, científico de la Universidad de Boston y uno de los autores de la investigación, que se publica en la revista Nature Climate Change. “En el Ártico y en las áreas boreales, están cambiando las características de las estaciones, lo que conduce a grandes perturbaciones para las plantas y para los ecosistemas relacionados con ellas”. En la investigación, financiada por la NASA, participan 21 especialistas de 17 instituciones de siete países.
Los científicos, liderados por Liang Xu (Universidad de Boston), han estudiado la relación entre los cambios en la temperatura y el crecimiento de la vegetación desde 45 grados de latitud Norte hasta el Ártico. El territorio cada vez más verde se aprecia en el suelo por el aumento de los arbustos de cierta altura y de los árboles en vastas regiones de todo el Ártico circunpolar, siendo un proceso más acusado en Eurasia que en Norteamérica. Del territorio septentrional con vegetación (26 millones de kilómetros cuadrados), entre el 34% y el 41% muestra aumento del crecimiento de las plantas, mientras que disminuye entre el 3% y 5%, y no se aprecian cambios en los últimos 30 años entre el 51% y el 62% del territorio.
Los científicos achacan el proceso al llamado efecto invernadero amplificado: “El efecto invernadero empieza por el aumento de las concentraciones en la atmósfera de los gases que atrapan el calor, como el vapor de agua, el dióxido de carbono y el metano, provocando el calentamiento de la superficie de la Tierra y del aire a baja altura”, explica Myneni. “El calentamiento provoca una reducción de la extensión del mar congelado y de la cubierta de nieve en los territorios que rodean el océano Ártico, de manera que aumenta la energía solar absorbida por esa superficie que ya no es reflectante. Esto dispara un ciclo de reforzamiento positivo entre el calentamiento y la pérdida de hielo marino y nieve, amplificando así el efecto invernadero de base”. Y puede amplificarse más aún en el futuro a medida que el suelo se descongele en el Norte y emita cantidades potencialmente significativas de dióxido de carbono y metano.
Los investigadores han analizado el efecto con modelos de cambio climático y concluyen que el aumento de las temperaturas puede significar, en el Ártico y las regiones boreales, un desplazamiento de 20 grados de latitud hacia el Norte a finales de este siglo, en comparación con el período 1951-80. Pero hay que tener en cuenta otros fenómenos que tal vez frenen la actual trayectoria de incremento de las plantas: sequías, incendios forestales y enfermedades pueden ralentizar su desarrollo. Además, puntualizan, en su crecimiento no solo influye la temperatura sino también la luz y el agua. Sangram Ganguly, del Centro Ames de la NASA, explica que se ha detectado más crecimiento en los territorios boreales entre 1982 y 1992, que entre 1992 y 2011, debido a las limitaciones de agua en el segundo periodo del estudio. “Los datos de satélite permiten identificar áreas en la zona boreal que son más templadas y más secas, mientras que otras son más templadas, pero más húmedas, y solo en la segundas se aprecia mayor crecimiento de la vegetación”, añade su colega Ramakrishna Nemani, del mismo centro.
Todos estos cambios en el territorio y los ecosistemas afectarán a las poblaciones que viven allí por su impacto, por ejemplo, es suministros como la madera o los alimentos tradicionales, advierte otro de los investigadores del equipo, Bruce Forbes, de la Universidad de Laponia (Finlandia).
“La vida de muchos organismos en la Tierra está íntimamente ligada a los cambios estacionales de temperatura y disponibilidad de alimento, y todo el alimento en tierra procede, en primer lugar, de las plantas”, señala Scott Goetz, del Centro de Investigación Woods Hole (EE UU). “Piense en las migraciones de las aves al Ártico en verano y la hibernación de los osos en invierno: cualquier alteración estacional significativa de la temperatura y la vegetación probablemente tendrá un impacto en la vida no solo en el Norte sino en otros lugares y de forma que aún desconocemos”.

sábado, 27 de abril de 2013

EL GLACIAR PERITO MORENO

 

 

Glaciar Perito Moreno
Glaciar Perito Moreno
Perito Moreno
Perito Moreno
 

Glaciar Perito Moreno

 
El Glaciar Perito Moreno,en la provincia de Santa Cruz, está en proceso de rompimiento. El Glaciar desemboca en el lago Argentino que tiene varios brazos y dos de ellos, el Sur y el Rico corren detrás de la Península de Magallanes y desagotan en el lago a través del canal de los Témpanos. En intervalos de tiempos irregulares una lengua de hielo del glaciar avanza,toca la costa y trepa por las laderas.Esta compuerta natural retiene el agua de los brazos Sur y Rico, aumentando el nivel y la presión, generando filtraciones por los lugares donde el glaciar toca la tierra, socavando una especie de túnel debajo del hielo.Cuando ese hueco se hace demasiado grande, el enorme dique de hielo se derrumba,originando el fenómeno natural y único en el mundo.
Único!!Maravilloso
 

LOCALIZACIÒN DE LOS GLACIARES ARGENTINOS


El Glaciar Perito Moreno está ubicado a 85 Km de El Calafate, es la única localidad próxima a los glaciares, localizada a orillas del lago Argentino.
 

Erupción solar


jueves, 18 de abril de 2013

El Hubble fotografía el Universo

Aprende Geografía: El Hubble fotografía el Universo: Según publica el periódico El Mundo, una nueva imagen panorámica capturada por el telescopio espacial Hubble reúne más de 12.000 millones d...

miércoles, 17 de abril de 2013

PUNTOS EXTREMOS Y LÍMITES: AMÉRICA Y ARGENTINA.



Breve reseña e información para 2°3,2º4 y 2º7 

Puntos extremos de América






AMÉRICA
GENERALIDADES
América, palabra derivada del nombre del navegante italiano Américo Vespucio, uno de los primeros exploradores europeos del continente.


Límites: América está situada en su totalidad en el hemisferio occidental: se extiende entre los océanos Atlántico y pacífico, bañado al norte por el Océano Glacial Ártico y al sur por el Pasaje de Drake, donde se tiene los Océanos Atlántico y pacifico. La parte norte se inclina hacia el oeste y está muy próximo a Asia, ya que el estrecho de Bering sólo mide 66 kilómetros: en cambio, la del sur se encuentra más aislada en medio de los mares y separada de la tierras más próximas, Australia y África, por miles de kilómetros.
Hoy, el continente está subdividido en 35 países independientes y 16 territorios dependencias.


América total: el territorio de América abarca una superficie de 42, 142.000Km, lo que representa el 29% de las tierras emergidas del planeta. El país más extenso es Canadá, que tiene 9,970.610 Km, Estados Unidos con 9,372.614 Km “ (incluyendo Alaska y Hawai) y Brasil con 8,511.965 Km, está también entre los cinco mayores países del mundo. El mayor país centro americano después de México, que tiene 1,958.201Km, es Guatemala, con 108,889 Km, y el menor es el Salvador, que tiene 21,393 Km, en las Atillas, el país más extenso es Cuba, que tiene 110,860 Km. En América del Sur, el país que sigue al Brasil es Argentina, con 2,766.889 Km y el menor es Surinan, con 163, 265 Km.


ESTRUCTURA DEL CONTINENTE
EL continente americano está dividido en tres grandes bloques con estructura geográficas bien diferenciadas. Veamos:
América del norte- es la parte septentrional del nuevo mundo, tiene la forma de un triangulo, cuya parte más ancha se halla al norte, disminuyendo hacia el sur. Se extiende desde el mar Glacial Ártico hasta la Cordillera Neovolcanica, casi en el paralelo 19 o hasta istmo de tehuantepec. ( Frontera de México Guatemala).
Posee una superficie de 23,633.760 Km, y una población (año 1996) de 388,073.000,se estima que para el año 2025 la población de este bloque será de 512,000.000.

América central- tiene una superficie de 758,800 Km, correspondiendo a la masa continental 522,3000 Km. Se extiende desde el istmo de tehuantepec hasta la Barranca del atrato, en el noroeste de Colombia, más la América Insular o Antillana. Su superficie es esencialmente accidentada y está en la parte septentrional de la zona tórrida.
La población del año 1996 es de 68,302.000 y para el año 2025 se estima que aumentará para 109,500.000.

América del sur- Ocupa la parte meridional del hemisferio Occidental. Esta parte del continente, cuya forma es triangular, aunque es menor que el bloque del norte, es mayor que Europa y Australia.
Su parte más ancha se encuentra al norte y se extiende desde la barranca del Atrato hasta el cabo de Hornos Alcanzado una superficie de 17,854,440 Km.


Puntos extremos de Argentina


Limites



En su parte continental americana, la República Argentina se encuentra limitada al Norte por las repúblicas de Bolivia y de Paraguay; al Sur por el océano Atlántico y la República de Chile; al Este la República Federativa del Brasil, la República Oriental del Uruguay, el río de la Plata y el océano Atlántico (mar Argentino) y por el Oeste, la República de Chile.

La porción continental antártica, tiene su límite Norte en el océano Antártico, considerado hasta los 60° Sur; Este en el meridiano de 25° Oeste; Sur en el Polo Sur (90° Sur) y Oeste en el meridiano de 74° Oeste.

El perímetro total del país es de aproximadamente 29.038 km e incluye un sector sudamericano de 14.493 km, que comprende una porción terrestre con 9.768 km, (Chile: 5.308 km; Paraguay: 1.699 km; Brasil: 1.132 km; Uruguay: 887 km -495 terrestres y 392 del río de la Plata- y Bolivia: 742 km), y el litoral marítimo continental con 4.725 km; y un perímetro continental antártico y de las islas australes con 14.545 km (antártico: 8.210 km e insular: 6.235 km).

La superficie total del territorio, de aproximadamente 3.761.274 km², se discrimina en una porción sudamericana, con 2.791.810 km²; una porción insular (Georgias del Sur y Sandwich del Sur) con 4.150 km²; y una porción antártica con 965.314 km² (la superficie del triángulo esférico que delimita la Antártida Argentina es de 5.029.283 km²).
Estos valores colocan a nuestro país en el cuarto lugar respecto a los países americanos, y el octavo en el orden mundial (séptimo si se incluye el sector antártico).

miércoles, 10 de abril de 2013

El eterno retorno de la Geografía


 
 
Sin llegar al determinismo del alemán Karl Haushofer, quien sentenciaba “el espacio rige a la humanidad”, el geógrafo inglés Sir Halford Mackinder expresó con anterioridad que “en el corto plazo la naturaleza siempre prevalece”. Aunque en esta segunda década del tercer milenio la tecnología y el talento humano permiten alteraciones del hábitat que mejoran o empeoran las condiciones de quienes viven en “x” suelo, es un hecho que el estudio de la geografía -de lo que está a la vista aquí y ahora en materia de suelo, subsuelo, superficie y lo que ella trae consigo- permanece, marcando a fuego las condiciones y el propio carácter del pueblo que habita un determinado territorio, trayendo consigo ventajas o desventajas, peligros o tranquilidad.

Combinada con la geografía retornó con fuerza la geopolítica, la manera de explicar fenómenos políticos sobre la base de condiciones geográficas. No en vano recientes estudios refrescan ante el mundo la importancia del factor geográfico y de las acciones geopolíticas que mueven al mundo del presente. Dos libros de moda al respecto de lo que comentamos son “La venganza de la geografía” de Robert Kaplan y “Por qué importa la geografía” de Harm de Blij (ambos Edición Kindle, www.amazon.com). No hay determinismo ciego sino realidades en el análisis de esos autores, realidades que desde nuestra modesta perspectiva hemos venido sosteniendo durante décadas. Ahora es refrescante verlas expuestas en forma global.

Los avances en materia geográfica son notables. Hoy en día las técnicas modernas permiten estudiar todos los aspectos de la corteza terrestre, de los mares, del fondo marino y hasta del espacio exterior. Por otro lado, la geopolítica -con su dinámica conceptualización- nos ayuda a comprender fenómenos que ocurren en los ámbitos internos y en la escena internacional. La geografía manda. Guste o no, esa es la realidad. Nada puede interpretarse adecuadamente desde el punto de vista del análisis político sin una previa mirada al espacio circundante o al simple espacio que ocupamos para vivir, trabajar, dormir, cosechar, guerrear. Hasta para morir precisamos un lugar físico donde reposen nuestros restos. Todo gira en torno al espacio, como tantas veces lo afirmé. En Bolivia hemos tenido pensadores de la talla de Jaime Mendoza y Julio Méndez, quienes mucho tiempo atrás tuvieron la lucidez necesaria para desarrollar temas vinculados con el dominio territorial del país. Sin embargo, el dominio del espacio geográfico siempre fue desdeñado en Bolivia, nunca se le dio la importancia debida pese a las crueles amputaciones sufridas en nuestro cuerpo geográfico. Por eso, pensando en el futuro, hemos machacado durante años en torno a la importancia vital de las condiciones geográficas, aunque sin mucho eco. Es refrescante ver que el asunto surge a nivel globalizado frente a un mundo cambiante -como los giros de un caleidoscopio- donde la geografía hace su eterno retorno, brindando con su mera presencia elementales limitaciones y potencialidades. Como bien afirma Kaplan: “la geografía es el telón de fondo de la historia humana. La posición de un país en el mapa es el primer elemento que le define, más que su filosofía de gobierno”. Debemos volver siempre a la geografía para comprender diversos pormenores de la vida de los pueblos en sí y su permanente interacción a lo largo del tiempo.