domingo, 2 de junio de 2013
CUESTIONES DE LÍMITES
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MATERIAL PARA LA EVALUACIÓN DE CUESTIONES DE LÍMITES
CUESTIONES DE LÍMITES
Se puede señalar que los límites de la República Argentina son el resultado de procesos históricos variados que se suscitaron a partir del Virreinato del Río de la Plata, del que nuestro país puede considerarse su legítimo heredero.
Cuestiones de límites con Uruguay
Río Uruguay:
La Argentina solicitó que la línea del límite pasase por la vaguada, criterio que fue aceptado en parte. Se formó así una comisión binacional que produjo un tratado, en 1965, mediante el cual se fijaron criterios para la distribución de las islas (el sector de las islas Filomenas quedó bajo la posesión de Uruguay). Anteriormente, en 1946, se había establecido que en la zona de la represa de Salto Grande el límite pasaría por la línea media del río como consecuencia del aprovechamiento binacional de sus aguas.
Río de la Plata:
El límite exterior del río fue fijado por la línea que une Punta del Este (Uruguay) con Punta Rasa del Cabo San Antonio (Argentina).
Por el Tratado del Rio de la Plata y su Frente Marítimo, de 1973, se determina:
1. El cauce del Río de Plata se divide por una línea que une 23 puntos y que arranca de punta Gorda hasta el frente marítimo. En cada sección, el país respectivo podrá realizar exploraciones y explotaciones de su riqueza.
2. Cada uno de los países tendrá jurisdicción sobre una franja distante dos millas desde sus costas, desde Punta Gorda (Uruguay) a Punta Lara (Argentina) y Colonia (Uruguay); desde allí hasta el límite exterior será de 7 millas.
3. Se establece la libre navegación en todo el río para los buques de banderas de ambos países.
4. El límite lateral marítimo argentino-uruguayo se fija por una línea perpendicular en el punto medio de la línea que une Punta del Este con Punta Rasa del Cabo San Antonio y es de 200 millas.
5. Con respecto a la isla Martin García, ubicada en la desembocadura del río Uruguay, la misma pasa a jurisdicción argentina y se destina a una reserva natural. Es, a la vez, asiento de la Comisión Administradora (Argentina-Uruguaya) del Tratado del Río de la Plata.-
Cuestiones de límites con Brasil
Con respecto al río Uruguay, se estableció por medio de tratados que el límite pase por la vaguada. Igual criterio se adoptó con el río Iguazú y con las cataratas, el cual, como vimos, pasa por el Salto Unión y Garganta del Diablo.
Este de Misiones: Con respecto al área territorial de 30 000 km2 comprendida entre los ríos Iguazú y sus afluentes Jangada y San Antonio y el río Uruguay y sus afluentes Chapecó y Pepirí Guazú, no se llegó a un acuerdo entre los dos países, porque no llegaron a un acuerdo sobre qué ríos serían determinados como límites. En efecto, la Argentina pretendía el límite este, recorrido por los ríos Chapecó y Jangada, lo cual no fue aceptado por Brasil, que lo hacía pasar por los ríos San Antonio y Pepirí Guazú. Sometido el conflicto al arbitraje del Presidente de los Estados Unidos de América, Grover Cleveland, en 1895, éste falló a favor del Brasil.
Cuestiones de límites con Paraguay
Chaco Boreal o Paraguayo: Es un área comprendida por los ríos Verde al norte, Pilcomayo al sur y Paraguay al este. Como no se llegó a un acuerdo sobre su posesión entre Argentina y Paraguay se sometió al arbitraje del presidente de los Estados Unidos de América, Rutherford-Birchard Hayes, quien en noviembre de 1878 lo cedió al Paraguay.
Con relación al río Paraná, los límites fueron fijados por el Tratado del 3 de febrero de 1876, entre Paraguay y Argentina. En su artículo 1° se establecía que la isla Apipé correspondía a la Argentina y la isla Yacyretá al Paraguay. El artículo 3° señalaba que la isla Cerrito también pertenecía a la Argentina.
Río Pilcomayo: una vez resuelta la cuestión del Chaco Boreal, el límite entre ambos países quedó determinado por el río Pilcomayo, por lo tanto, había que definir el límite en este río. Debido a sus características de río divagante, el trazado de límites del Pilcomayo resultó difícil. Se fijó, mediante acuerdo y tratados, entre los años 1939-45. En el Alto Pilcomayo el límite lo fija la línea de la vaguada: para el Pilcomayo medio, por una línea especial que sigue puntos fijados y para el Pilcomayo inferior, el Brazo Sur y la línea de vaguada.
Cuestiones de límites con Bolivia
Tarija: Al independizarse el Alto Perú, en 1825, solicitó su incorporación a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Posteriormente fue incorporada de nuevo a Bolivia por el Tratado de 1889, cediendo este país a la Argentina la Puna de Atacama, ocupada en el momento por Chile, vencedor de la Guerra del Pacífico.
Yacuiba: Al establecerse el límite por el paralelo de 22°, esta ciudad boliviana quedaba al sur del mismo. Por el Tratado de 1938, Bolivia y la Argentina decidieron practicar un intercambio: Yacuiba, Saroche y Salitre pasaban a Bolivia, y los valles de los ríos Victoria, Santa Cruz y la localidad de Los Toldos, a la Argentina.
Cuestiones de límites con Chile
Se inician de Norte a Sur en el punto trifinio del cerro Zapaleri (acordado en 1904), y llegan hasta el punto F en el pasaje de Drake (acordado en 1984). Por su largo es el tercero en el mundo.
Puna: Cedida por Bolivia a cambio de Tarija, comprendía una superficie de 120 000 km2,entre el cerro Zapaleri y el paso de San Francisco. Como el gobierno chileno que la ocupaba negó su entrega, se la sometió, en 1899, al arbitraje del ministro de los Estados Unidos de América en la Argentina, William Buchanan. Posteriormente, y por medio del acuerdo de 1904, la Argentina recuperó 90 000 km2.
La cuestión en el paso de San Francisco: surgida por el incorrecto emplazamiento del hito fronterizo, entre la finalización de la Puna y el comienzo de la Cordillera de los Andes, fue resuelta en el laudo inglés de 1902 a favor de Chile, quien recibió 2700km2.
Cordillera de Los Andes. El Tratado de 1881 estableció, en su artículo 1°: "El límite entre la Argentina y Chile es de norte a sur hasta el paralelo de 52° de latitud sur la cordillera de Los Andes". A la vez, señaló que el mismo se trazaría por las altas cumbres que dividen aguas. Este se cumplió hasta los 39° de latitud sur (entre el cerro Tres Cruces y el cerro Pirehueico), pues en los Andes Patagónicos surgieron dificultades.
Andes Patagónicos: Como la línea de las altas cumbres, al sur de los 39°, no coincide con la divisoria de las aguas, hubo ciertas dificultades para establecer el límite. Una superficie de 94 000 km2 se encontró entonces en disputa. Sometido al arbitraje del Reino Unido, en 1902, el rey Eduardo Vil fijó la línea que se desplaza por las altas cumbres o bien por la divisoria de aguas, con lo cual a la Argentina le correspondieron 40 000 km2 del área en disputa. No obstante, como los hitos que señalan la línea están muy distantes unos de otros, se suscitaron diversos problemas motivados por el avance de los chilenos hacia el este.
Cuestión en la isla Grande de la Tierra del Fuego
El tratado de 1881 estableció que la isla Grande de la Tierra del Fuego se repartiese entre Chile (sector occidental) y la Argentina (sector oriental). Con tal propósito se convino en que el límite internacional se apoyase en el meridiano de 68° 34' Oeste, pero posteriormente se decidió desplazar ese límite hacia el Oeste para evitar la posibilidad de que en altas mareas Chile tuviera acceso al fondo de la bahía de San Sebastián (aguas del océano Atlántico). Quedó convenido, en consecuencia, que el límite definitivo coincida con el meridiano de 68° 36' 38", 5 Oeste.
Canal Beagle e islas Nueva, Lennox, Picton y la división bioceánica: La Argentina sostenía que el canal Beagle está comprendido entre la costa sur de la isla Grande de Tierra del Fuego y la costa norte de la isla Navarino. El canal finaliza en Punta Navarro (Argentina, longitud 67° 16' O) encontrándose hacia el este del canal las islas en disputa, que corresponden al océano Atlántico. Para Chile, el canal Beagle se prolonga al este hasta la isla Picton, por lo tanto las islas quedan al sur del canal.
De acuerdo con el Tratado de 1881, a la Argentina le corresponde la mitad oriental de la isla Grande de Tierra del Fuego y las islas que se encuentran en el océano Atlántico al oriente de Tierra del Fuego; y a Chile la región occidental de Tierra del Fuego y las islas al sur del canal Beagle. Apoyado en este documento, nuestro país reclamó las ¡slas Nueva, Lennox y Picton y consideró la división de los océanos Atlántico y Pacífico por el meridiano de Cabo de Hornos, correspondiéndole como "mar patrimonial" el que se extiende 200 millas al este de dicho meridiano desde la costa argentina.
Al no llegarse a un acuerdo se sometió:
a) al arbitraje del Reino Unido, la reina Isabel II en 1977 falló adjudicando las islas y parte del "mar patrimonial argentino" a Chile. El laudo fue rechazado
b) la posterior mediación papal, que adjudicaba las islas a Chile y el canal, creando el "Mar de la Paz" dentro del océano Atlántico.
c) De manera definitiva, en octubre de 1984 los gobiernos de Argentina y Chile firmaron el "Tratado de Paz y Amistad" que fue ratificado el 2 de mayo de 1985 en donde el límite esta determinado por una línea que pasa por una serie de puntos cuya ubicación y coordenadas figuran en el mapa correspondiente, y de acuerdo con él las islas Picton, Nueva, Lennox pasaron a poder de Chile, país al cual se le reconoce dentro del océano Atlántico aproximadamente 10 000 km2.
Últimos conflictos limítrofes con Chile
En años recientes, Chile formalizó varias cuestiones limítrofes por la falta de colocación de hitos demarcatorios, algunas se resolvieron por vía diplomática, colocándose los hitos en el terreno, pero quedaron sin resolver:
Laguna del Desierto: una cuestión limítrofe entre el hito 62 (ribera sur del lago San Martín) y el monte Fitz Roy, sector que ya había sido laudado en 1902. Pretendió que le correspondía el lago/laguna del Desierto y sus vecindades. La cuestión fue llevada al arbitraje de un tribunal integrado por cinco jueces latinoamericanos, que se expidió por medio de su sentencia del 21 de octubre de 1994 y su complementaria de 1995, desechando la pretensión chilena y manteniendo el límite establecido por el rey inglés.
Hielos Continentales: Sobre el sector entre el monte Fitz Roy y el cerro Daudet. Se trata del campo de hielos patagónico meridional ("hielos continentales"), que no fue demarcado hasta hoy. La cuestión dio origen a la propuesta de una "línea poligonal" en los acuerdos de 1991. Dicha cuestión fue resuelta en 1998 mediante un acuerdo en el que
Se divide el área en disputa en dos sectores:
• Zona norte: entre el monte Fitz Roy y el cerro Murallón, donde no hay límites demarcados, porque no ha finalizado el proceso de colocación de hitos.
• Zona sur: desde el cerro Murallón al cerro Daudet, allí el límite fue establecido siguiendo el criterio de las altas cumbres, excepto en algunos lugares donde se llegó a un acuerdo político.
En el tratado:
Se recupera el principio histórico de las altas cumbres que dividen aguas, como guía para la demarcación.
Todas las aguas que fluyen hacia y desaguan por el río Santa Cruz, serán consideradas recursos hídricos propios de Argentina. Asimismo, las aguas que fluyen hacia los fiordos oceánicos lo serán para Chile. Cada país se compromete a no alterar estos recursos.
Se aplicarán estrictas medidas de protección del medio ambiente y se promoverán actividades científicas conjuntas.
LAS ISLAS MALVINAS
El archipiélago de las islas Malvinas está integrado por dos islas mayores (Gran Malvina al oeste y Soledad al este) y gran cantidad de islas menores. Ocupa una superficie de 11.410 km2. Desde un punto de vista físico, las islas presentan un relieve con suaves ondulaciones, un clima frío oceánico y una vegetación de estepa. Estas características limitan la instalación de la población, que siempre fue escasa, (alrededor de las 2.000 personas).
En 1833 el Reino Unido usurpó las islas a la Argentina, como parte de su política de dominar pequeños lugares de alto valor estratégico, para controlar las rutas oceánicas. Otros territorios del mundo que corrieron la misma suerte fueron: Singapur, Gibraltar, canal de Suez, colonia del Cabo, etcétera.
La Argentina reclama permanentemente los derechos de soberanía sobre las islas basándose en una serie de puntos, entre los que se encuentran:
ü herencia: teniendo en cuenta el principio del Uti possidetis juris ("poseerás lo que poseías"), la Argentina hereda de España los territorios que estaban bajo jurisdicción del Virreinato del Río de la Plata;
ü contigüidad geográfica: las islas Malvinas se encuentran a escasa distancia de la Patagonia argentina;
ü continuidad geológica: el archipiélago está ubicado dentro del margen continental argentino;
ü ocupación y acción administrativa: desde 1811 la Argentina ocupó las islas casi en forma ininterrumpida hasta la usurpación británica. También eran administradas por autoridades designadas en Buenos Aires.
El Reino Unido se comprometió a descolonizar el archipiélago en 1964 ante las Naciones Unidas y, a partir de la resolución 2.065 de 1965, la ONU instó a ambos países a negociar en la búsqueda de una solución. Este fue uno de los pasos más importantes logrado por la Argentina para la recuperación de las islas. Pero el gobierno británico se aferra al principio de libre determinación de los pueblos e insiste en la necesidad de respetar "los deseos" de los pobladores (denominados peyorativamente kelpers por el nombre de un alga), que mantienen su decisión de continuar siendo británicos. Esto le permitiría crear un país satélite como ya ha hecho en varios lugares del mundo (Caribe, Singapur, etcétera). En cambio, la Argentina solo está dispuesta a atender "los intereses" de los actuales pobladores y no sus deseos, tal como está expresado en la Resolución de las Naciones Unidas. A partir del conflicto bélico de 1982, se complicó la situación política del archipiélago ya que los ingleses se niegan a negociar la soberanía del mismo.
Recién en 1990 se reanudaron las relaciones diplomáticas y comerciales entre el Reino Unido y la Argentina, pero se ha postergado el tratamiento de la soberanía argentina sobre las islas. En los últimos años, el comité de Descolonización de las Naciones Unidas solicita poner fin a la situación colonial vigente en las islas. La posible explotación del petróleo y la existencia de una gran riqueza pesquera tornan más compleja la cuestión, ya que los pobladores reciben regalías abundantes por la venta de licencias para realizar dichas actividades económicas.
LA PORCIÓN ANTARTICA
La porción antártica está precisamente definida. El paralelo de 60° de latitud sur, el polo Sur y los meridianos de 25° y 74° de longitud oeste delimitan el triángulo que constituye el Sector Antártico Argentino o Antártida Argentina.
En 1948, la Argentina dio a conocer su reclamo territorial antártico. Entre los argumentos que esgrime para dar validez a su pretensión se encuentran:
v continuidad y contigüidad geográfica entre el territorio americano emergido y el sector antártico pretendido;
v instalación humana permanente más antigua y de manera ininterrumpida desde el 22 de febrero de 1904 cuando nuestro país se hizo cargo de un observatorio meteorológico y magnético instalado por una expedición escocesa en la isla Laude, Oreadas del Sur. Por ello el 22 de febrero de todos los años se celebra el Día de la Antártida Argentina.
La Argentina utilizó el mismo criterio aplicado en el Ártico para delimitar su sector. Los límites este y oeste coinciden con los puntos extremos, este y oeste, teniendo en cuenta las islas Sándwich del Sur, usurpadas por el Reino Unido. Se apoyan en los meridianos que pasan por esos puntos y convergen en el polo Sur. Los otros países que también reclaman un sector son: Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelandia y el Reino Unido. Estos fijaron y aplicaron normas propias para fundamentar sus respectivos derechos. Es importante destacar que el reclamo territorial de la Argentina se superpone, en forma parcial, a las pretensiones del Reino Unido y Chile, que fueron realizadas con anterioridad. Si algún día se decidiera hacer valer estos reclamos, este hecho adiciona un problema más a la cuestión política y jurídica de la Antártida.
En la actualidad se hace referencia al Sistema Antártico que está integrado por el tratado original y los distintos documentos complementarios aprobados por las Reuniones Consultivas que lo enriquecen y regulan todas las actividades en este continente. Este tratado estableció entre sus puntos principales:
· la utilización de la Antártida para fines pacíficos exclusivamente;
· la prohibición de exploraciones nucleares y el uso del territorio para la eliminación de desechos radiactivos;
· la libertad de participación de todo Estado en actividades científicas;
· la protección y conservación de los recursos naturales vivos;
· la realización de reuniones periódicas para adoptar nuevas medidas e intercambiar información;
· la no aceptación de nuevas reclamaciones territoriales.
En 1991, se aprobó el Protocolo Adicional de Madrid con el objetivo de proteger eficazmente el medio ambiente antártico, que debido al funcionamiento de gran cantidad de bases pertenecientes a distintos países, se encuentra afectado por derrames de petróleo y acumulación de basura, Esto responde a la necesidad de mantener este ámbito con los menores daños posibles y consagrado a la paz y a la ciencia. También este protocolo suspende toda actividad relacionada con los recursos económicos por un período de cincuenta años. Existen, a su vez, otras propuestas sobre el futuro de la Antártida:
• convertirla en un Parque Mundial como lo sugieren organizaciones ecologistas y ambientalistas, reemplazando así la presencia y las actividades humanas que se han venido desarrollando conforme al sistema del Tratado Antártico;
• transformarla en Patrimonio Común de la Humanidad bajo la supervisión de las Naciones Unidas, lo que de llevarse a cabo significaría la anulación de todas las reclamaciones territoriales.
Una actividad que se ha venido desarrollando en los últimos tiempos fue la realización de cruceros turísticos, durante la estación de verano, en el área de la península antártica, que es la que atrae a la mayor parte de la población por sus mejores condiciones ambientales. El primero de ellos fue organizado por la Argentina; en la actualidad también se efectúan a cargo de compañías privadas de otros países. Se espera que en el futuro aumente el número de turistas a la Antártida, sobre todo si disminuyen los precios de los pasajes vía marítima y si se establece una infraestructura hotelera apropiada. Hasta ahora los turistas residen en los buques que los transportan. Solo un reducido número ha llegado por vía aérea debido a los elevados costos de transporte y las escasas comodidades disponibles. Es un turismo aficionado al deporte y a la aventura. También para quienes gustan aventurarse por lugares nuevos y poco explorados.
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